Simplemente los recuerdos ahora los invaden, no importa si son buenos o malos, no hay cargo de conciencia entre ellos.
11pm, hora buena para estar entre patas, decía, Carlos, uno de los integrantes de unas pequeñas bandas de delincuencia que integraba un par de años atrás en su cuadra, en la urb. Santa Rosa. Sabe Dios que hacia en ese entonces.Jhon me codeaba con una forma sarcástica mientras escuchaba las palabras de Carlos al decir que ya se había regenerado, la efímera niebla de humo que salía de su boca al reírse lo imponía como el dueño de la noche;en momentos todos quedaban en silencio, asta se podía escuchar el crujir del cigarrillo que se consumía lentamente, me da la sensación que sentían nostalgia por esos momentos y nadie lo admite. ¡Habla chato! Dijo Jhon, mientras llamaba a un pata. La gente ya esta que se reúne dijo nuevamente Carlos; en total, ya eran como 5 puntas que estaban en la ronda. Realmente no los conocía a todos, Carlos y Jhon eran mis patas de la cuadra, lucio,Loco y Koll, solo los conocía de vista.
Ya las risas comenzaban a fluir por si solas, se sentía la media noche entre todos, la última copa de aguardiente quedo entre mis manos; esta con sed la gente¡ comentaron, todos reunimos nuevamente plata para comprar el trago que era indispensable para la noche. Mientras que koll jalaba su chompa por abrigarse un poco más su cuello, lucio solo se reía; esta en otra, dijo Jhon. Parado, con una posición desafiante ante quien lo mirase, con una gorra blanca se distinguía bien entre nosotros, solo se iluminaba por momentos continuos cuando forzaba a su luciérnaga consumirse entre sus dedos, Loco, uno de los que menos hablaba, él trabaja en Yanacocha, me comento Jhon, ahora es guardián por las noches, tiene una mujer y una hija que es su adoración, sale porque le gusta estar con los patas y que aun lo reconozcan los chibolos que ahora se creen los revoltosos del barrio.
Sucio, mal oliente, desechos de vidrio de la primera chata de ron que fue rota sin motivo alguno por koll, puchos de cigarros húmedos por las escupas de todos, el mal olor de la orina ya se hacia más notable, iluminados por un pequeño destello de luz, era una esquina agradable para todos asta antes de quedar así. Todos comentaban sus anécdotas, Carlos uno de los primeros, con una entusiasta sonrisa decía que había andado con buenos patas para sus pendejadas como así se refería, que siempre se paraba peleando con manchitas de otros barrios, será por eso que tiene en su peluca negra ese notable tajo blanco donde creo que yo no le crecerá cabellera, al final de sus apasionadas locuras como así las llama, termino enseñándome nuevamente orgulloso los cortes en sus brazos. Nadie quería quedarse sin contar algunos pasajes de aun de su corta vida, es curioso, pero la verdad es que ninguno llega a los treinta años y ni se acercan. Se escucha un silbido en la otra cuadra, es el guachi que anda patrullando, parece que esta con sueño, ya no sopla, habla koll. El colectivo no deja de pasar por nuestras manos para ser consumido, es el cigarro, solo queda uno por eso le llaman así, hay que compartirlo y en un par de vueltas se apaga.
Carlos trabaja en una carpintería, a un par de cuadras del barrio, ahora sé de donde salía ese olor a madera cortada, creo que el tipo no se baña después de su jornada, Jhon aun estudia para postular a la nacional, quiere estudiar derecho; Loco dice que aun tiene que aguantar en la chamba por su hija; Koll aun vive con sus padres, sus viejos tienen una cochera y el se dedica a abrir la puerta para el ingreso de los vehículos, con razón siempre anda con sueño, se acuesta a 1am a veces 2am y se levanta a les 4am a esperar que vengan por sus camionetas; de lucio, no sé casi nada de él, Jhon en alguna ocasión me comento que vivía cerca de la cuadra y que sus padres tenían cierta buena posición económica.
Casi ya se acababa la noche y la chata, cuando me llamo la atención un relato de Lucio; recién lo había hecho. Días atrás se había puesto a beber con unos patas y una chica, en la casa de un amigo, mientras se rascaba la barba y se frotaba la cara con las dos manos, ocasionaba una gran intriga entre todos, realmente y personalmente el tio, me daba le sensación de un enfermo mental, asta Loco cambio su postura por ponerle atención a su relato, qué ha pasado, todos preguntamos. Rascándose la cabeza nos comento que días atrás todos sus patas habían pasado la noche con su misma amiga, los brodhersy él, le pusieron una pastilla en la copa de la flaca y esta solo se quedo dormida rodeada de tantos lobos hambrientos, todos la habían violado, primero uno por uno pasaba al cuarto, él fue el primero comento, luego fueron sus patas que peleaban por ser el segundo dijo entre risas; asta todos querían repetir, burlonamente decía. Solo algunos se reían de la estupidez que contaba, es un tipo frio, descuidado en su forma de vestir, hasta mal oliente se podría decir, con una barba asquerosa y uno ojos desorbitados por el humo y la noche; una mirada penetrante y odiosa no deja de salir de Loco para él, como diciendo, que has hecho; él solo se reía y decía que todos habían usado condón, con ningún remordimiento y una frialdad sorprendente seguía contando que luego de violarla por segunda vez cambiaron a la flaca y la llevaron a su casa, nadie dijo nada, solo paso y punto, concluyo.
Ya eran las 2am de la madrugada y el sábado se convertía en un domingo familiar; realmente todos nos quedamos anonadados con la versión de este sujeto; Carlos fue el primero en pararse, lo hiso con dificultad por el alcohol, luego todos hicimos lo mismo, la noche y la reunión llegaba a su fin, el frio les exigía un cigarro, pero ya no hay, es hora de irse, nos despedimos con un apretón de manos y nos alejamos. Regresaba con Jhon cuando volteé y divise aun la sombra de lucio en la esquina, solo, a oscuras de todos y con la fría noche, aun espera a que pasase una persona para poder robarle algo, y tener para el otro día. El resto de la noche le corresponde a él, solo Dios sabe que ocasionaría hoy en esta corta llegada asta el amanecer… te veo, cuídate le grita Jhon y enciende una luciérnaga en su boca, se vio perfectamente su rostro con sombras y frialdad… aun le quedaba un pucho, dije.
Alaya Dioses, Wiliam Omar.
email: billy_0117@hotmail.com
A veces las tildes sirven. Sobre todo cuando es obligatorio ponerlas.
ResponderEliminar