Cuando Luis Miró Quesada dijo “El periodismo puede ser la mejor de las profesiones o el más vil de los oficios”, entonces pensaba en la frágil ubicación de la labor periodística entre lo objetivo y profesional y la manipulación movida por intereses. La prensa local no escapa a esta última sentencia, pero de entre ellas el diario Panorama cajamarquino al parecer intenta hacer una buena labor, aunque el error cometido últimamente por una publicación que carece de pruebas le esté enfrentando a un proceso legal.Es evidente hasta dónde pueden llegar las consecuencias de un error dentro de la “mejor profesión”. Tenemos el caso del diario El Universo del Ecuador, prácticamente clausurado por la demanda millonaria de indemnización hecho por Rafael Correa, en el que su ex editor –ahora exiliado en Miami- pisó el charco de la imprudencia por verter una opinión cuyo contexto no era el propicio. Claro que esto debido a una verdad innegable que enfrenta la prensa ante una situación de poder, frente a la cual debe adoptar dos actitudes, y es la de sufrir severa reprensión como la expuesta, o la de mantenerse callada forjando su propia auto aniquilación al renunciar a la libertad de expresión.
Pero mientras allá es notorio el poder autoritario que intenta amordazar a la prensa, en el nuestro, la prensa local, herencia de la nacional; sin embargo, sigue por voluntad propia imitando a la de los años noventa, sigue cayendo a la seducción -el caso de las “Geishas” es ejemplo simbólico- que le hace el poder. Es decir, no solo se calla, sino que se atreve a prostituirse.
Fue por la investigación realizada por el diario Panorama Cajamarquino hace tiempo atrás lo que llevó a la Oficina de Control Interno del Ministerio Público cesar en su cargo al entonces Fiscal de la Provincia de San Miguel, Domingo Contreras, debido al descubrimiento de malos manejos. Sin embargo, en la última publicación sobre éste, donde se declaraba que el entonces asesor de la Municipalidad Provincial de Cajamarca mantuvo relaciones sexuales con su asistenta en la Oficina de Asesoría Legal, resultó ser falsa al no poseer pruebas de ello.
Es un complejo natural del periodismo obsesionarse con un caso investigativo. Esta obsesión la tuvo Carlos Paredes, por cuyo empeñó se logró revelar a todo un país que el “Héroe” Ketín Vidal, Captor de Abimael Guzmán, era un mentiroso, ladrón, corrupto e inmoral, y hasta una marioneta en las manos de Montesinos. Quizá ese mismo ímpetu obsesivo experimentó el diario local al ver que gente con antecedentes de corrupción otra vez ocupaba un cargo importante, pero la publicación hecha sin ninguna documentación de ello es un error que solo periodistas que juegan al periodismo la habrían cometido. El “difamado” ahora exige una reparación civil por una suma de medio millón de soles y una pena efectiva para los responsables de la publicación. Un caso de leve coincidencia al del Ecuador en cuanto a consecuencias se refiere.
En fin, es bueno saber que ya se intenta cultivar una prensa verdadera, cuyo fin es la de fiscalizar, no la de utilizarla como medio para sacar provecho personal. A los pseudo periodistas que figuran como “héroes” dentro del ámbito local se les identifica por su pretensión de salvadores del pueblo, y son éstos los que hacen del periodismo “el más vil de los oficios”, y por ello se espera que también éstos vayan a comparecer ante el Poder Judicial. Un país es corrupto porque la prensa que la vigila, o es perezosa o también es corrupta. No hay otras razones.
Por: Quiroz Salazar Hernando
Buen análisis.
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