Problema sobre ruedas

No es un artículo sobre mecánica, sino una opinión referente a la turbada y problemática actual, el caos vehicular.

Lamentablemente Cajamarca se ha convertido en la tercera ciudad con el mayor campo automotriz del Per debido al crecimiento  desordenado. No existió ningún plan vial, en ninguno de los gobiernos anteriores, ahora que se vive un caos vehicular las propuestas por cambiar la realidad se hacen cada vez menos posibles.

Solamente por dar un ejemplo, fijémonos en las horas punto del día como las 12m. calles como El Comercio, aledaña a la plaza de armas, son imposibles de transitar hasta para los propios peatones, que muchas veces se ven obligados a cruzar entre loa automóviles que pueden estar hasta 45 minutos estacionados esperando avanzar. Otro ejemplo claro y más preocupante aún es la calle Marañón, aledaña a “el mercadillo” ,  por esta calle se dan encuentro carretillas, triciclos, mototaxis, combis, micros, carros particulares y transeúntes , lo que ocasiona un aglutinamiento impresionante. Lo preocupante de este caso es que esta calle es una de las salidas del mercado, lo que en cualquier momento puede causar alguna desgracia, al obstaculizar una más  de las salida solo nos espera rogar para que no ocurra ningún tipo de catástrofe. Una lástima que vivamos esta realidad, pero lo lamentable es que los  señores del gobiernos no hacen nada por solucionarlo.

Una buena idea sería que los policías parados en los semáforos sean enviados a las zonas antes mencionadas, y que sean capacitados continuamente. Que simplemente no pongan papeletas por ganar comisiones, sino por respetar la ley. Las autoridades podrían también empadronar a las empresas de transporte público para que así haya menos desorden vehicular.

Cajamarca, una ciudad que crece desordenadamente está en un caos que si no dan una solución, puede que caigamos en un desastre total. Esperemos pues que las autoridades se pongan las pilas y al fin puedan solucionar esta problemática que cada día empeora más.
                                                                             Por: Cristian Muñoz Belón