jueves, 20 de octubre de 2011

Casi a solas y en silencio

Casi a solas y en silencio

Casi a las 10 de la mañana, los comerciantes del mercado Chontapaccha han detenido a un joven de más o menos 20 años. Trigueño, casi un metro ochenta de alto, delgado, viste un short negro y unas zapatillas blancas, una gorra y un polo de algún equipo de fútbol.

Las personas se reúnen, comerciantes y curiosos, hacen un ruedo alrededor del delincuente, quien ha sido sorprendido robando una casaca de uno de los vendedores de ropa del mercado. Lo hacen hacer pplanchas, los comerciantes, quienes son ronderos a la misma vez, por parte de las políticas de la organización. Sólo algunas personas tienen vinzas, y le amenazan de vez en cuando para que siga haciendo planchas.

De un momento a otro llega la policía, quien ha sido llamada por uno de sus amigos. Que miraba de reojo alrededor del ruedo. “que se vayan esos ladrones”, “¡esos les pagan y los sueltan, lárguense!”, gritan los comerciantes. “¿a ver qué pasa acá?”, dice un policía, joven, con la voz temblorosa, su compañero parece esconderse en el patrullero, trata de comunicarse por la radio y pedir refuerzos, la gente ignora a los policías, les gritan que se “larguense”.

Llega otro patrullero esta vez bajan dos policías mayores. Y pide que se presente el presidente o líder de la ronda. “todos aquí somos líderes, todos nos representamos, aquí no hay presidente”, dicen los comerciantes, “ustedes llevan a uno, y el choro hacienta la denuncia a esa persona sola, y lo enjuician, vivos son”, declaran los ronderos; el “choro”, se levanta su polo y trata de hacerse la víctima, las heridas de los vinzasos se notan levemente.

El policía lo empuja, mientras la gente les grita de todo, “lárguense, no los queremos, ustedes también son unos rateros”, los policías se miran unos a otros, van a sus camionetas, tratan de llamar por radio, hablan lo que pueden con algunas personas.

Las dos camionetas de la policía se alejan. El choro es encerrado en el baño del mercado, para su posterior declaración, la gente vuelve a sus puestos, y todo el día sigue su curso.

Michael Santa Cruz Sacsachin.


1 comentario:

  1. Creo que daba para un poco más de descripción del hecho. ¿Y qué pasó después?

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