TODO ENTRA POR LA VISTA

Como dicen por ahí, “todo entra por la vista”, y esa es la primera impresión que damos todas las personas cuando queremos que los demás se lleven una buena imagen de nosotros, cuando queremos que alguien se fije en nosotros, en todo aspecto cotidiano de cualquier persona común.

Antes de llegar a Cajamarca, los turistas se la imaginan como una ciudad histórica, con mucha riqueza, paisajes verdes, granjas, bosques inmensos, animales, eso en la zona rural, mientras que en la zona urbana se imaginan a nuestra querida Cajamarca, como una ciudad misteriosa, llena de lugares únicos y bellos a los que cualquiera podría ir y visitar, mercados artesanales, centros turísticos, tenemos el cuarto del rescate, donde su majestad el Inca Atahualpa, fue capturado y asesinado por un español temido, Francisco Pizarro. También lugares gastronómicos, como restaurantes, huariques, cevicherias, etc.  Lugares de esparcimiento, discotecas, pubs, karaokes, bares, peñas, etc.

Ahora bien cuando estos llegan, con ansias de conocer una de las ciudades con mayor riqueza cultural del Perú, primero si vienen por tierra, en bus, estos se llevan la primera mala impresión, la entrada a nuestra ciudad, la basura, las casas, que no tienen armonía arquitectónica. Su primera parada la hacen en la estación de las empresas de transportes, al salir y recoger sus equipajes, se llevan la segunda mala impresión, el trafico y el caos vehicular, los vendedores ambulantes, los que piden limosnas, otra vez las construcciones sin armonía, aun no terminadas. Después llegan a los diversos hoteles, que existen en la ciudad, para todo tipo de bolsillo, algo rescatable, pero se llevan la tercera mala impresión, las calles de la ciudad, ellos no se imaginan como es que las calles pueden ser tan pequeñas, invadidas de vendedores, gente, y por supuesto autos, muchos pero muchos autos, los ruidos, la muchedumbre, el caos en general y otra vez las construcciones que pierden armonía y aun no están terminadas. Al salir del hotel, donde estos se hospedan, empiezan su recorrido, los mercados artesanales, con los que cuenta nuestra bella Cajamarca, y se llevan la cuarta mala impresión, estos mercados, son sucios, no están terminados, no prestan ninguna seguridad tanto higiénica como de seguridad, para los que van a consumir ahí.

Siguiendo el recorrido, al anochecer nuestros turistas visitan los lugares de diversión, lugares muy bellos, también para todo tipo de bolsillo, desde los baratitos, hasta los caros y finos. Y es ahí donde se llevan la quinta mala impresión, como es que los dueños, de estos lugares, no respetan la arquitectura, de la ciudad, el patrimonio y hacen de la ciudad un bar bohemio, donde pueden orinar cerca a las iglesias, viviendas, tiendas de comercio, etc.

Al finalizar su visita en nuestra ciudad, hago una pregunta, ¿Qué impresión se llevaron de la ciudad?, tanto vista desde un punto arquitectónico, demográfico, y cultural, porque para que una ciudad, se vea bien y este limpia, también es importante que la cultura de los habitantes de esa ciudad, sean limpios.  

Recuerdo que en un viaje de estudios, a nuestro país hermano Ecuador, fuimos de visita a Cuenca, una ciudad hermosa, la sierra de Ecuador, tan parecida a Cajamarca, con sus paisajes, sus ríos y toda su riqueza, pero a la vez tan distinta, en cuanto a su arquitectura, era tan bello admirar, como es que la gente habían construido sus viviendas, edificios, oficinas, con tanta armonía, y sin necesidad de dañar el hermoso paisaje con el que contaba.  

Cajamarca es una ciudad bella, con paisajes lindos, inigualables, solo depende de todos en conjunto, tratar de construir nuestras viviendas, o todo tipo de construcción, con armonía, con igualdad y terminarlas por completo, para que la ciudad se vea linda y esos turistas que llegan cada día entusiasmados por conocer la ciudad del cumbe, se vayan contentos y nosotros orgullosos.

(cajamarca, vista desde el cerro santa apolonia)

CULQUI ALFARO, Julio

julio_alfaro_32@hotmail.com