El asunto es complejo. Se rumora cosas: Posibles traiciones al pueblo cajamarquino por parte de sus dirigentes, se habla de intereses personales y políticos que llevaran abajo la protesta contra Yanacocha, de sobornos e intimidaciones y amenazas. También de la vida pasada de los gestores de la lucha.
El principal encabezamiento de la protestas contra el Proyecto Conga, “que atenta contra la economía del estado”, según la prensa nacional, la formaría la triada tildada de anti mineros, Gregorio Santos, Marco Arana y Wilfreso Saavedra; pero sobre todo, éste último. Bien, respecto de la vida de ellos se ha dicho mucho. Sin embargo, debe criticarse la postura sesgada, poco racional que la prensa nacional ha manifestado frente a un caso de envergadura socio-ambiental.
Es cierto que aun nada se sabe. De Saavedra, se puede esperar muchas cosas, Aldo Mariátegui, en la página de la revista Correo, de la cual es el director, le adjudicó un adjetivo de cabecilla antiminero, además de su pretensión política a través de la ponderación que la protesta le ha concedido. Esto es relativamente posible, también Hildenrandt señaló algo al respecto en una publicación del domingo, y veía en este personaje una ambición desmesurada por ser la figura principal en la protesta contra el Proyecto conga y frente al estado, del cual dijo: “De modo que este guerrillero fracasado lo que quiere no es sacar una tajada, sino llevarse, entero, el panetón Conga”.
Del trote del señor Saavedra en el MRTA, y sus 10 años de cárcel por dinamitar el Juzgado Mixto de San Marcos, también fue señalado por Aldo Mariátegui a través de la página de Correo. El diario La república, también recayó en hacer recordar ese aspecto, además de informar, el día martes, la liberación de Saavedra, detenido por la DIRCOTE por más de 10 horas junto a otros dirigentes; pero el diario no señalaba los motivos, sino solo informaba la denuncia de Saavedra que haría a la policía, justamente por no haber motivos.
Es clara la postura de la prensa nacional, y de algunos periodistas reconocidos. Sin embargo, aún queda algún periodista consiente y racional como Hildebrandt, que otra vez defiende esa moral periodística -en sus palabras “mínima”- y ese compromiso social que tiene con el país como para decir -en la misma publicación del domingo- que “El pasado es La Oroya, Cerro de Pasco, Conga. El futuro es un país que dé el ejemplo explotando con más cautela sus recursos no renovables y creciendo sin seguir la cadencia insaciable de las mineras de oro y cobre y de ese “sistema-mundo” que ha enloquecido y está en plena decadencia.”
Por otro lado, en el ámbito local, con la misma claridad de la postura de Hildebrant, una figura reconocida, ha hecho llegar a cierto público, no de forma anónima, sino firmada con nombre y fecha una publicación, en muchos aspectos, sensata. Es una especia de carta dirigida “A la opinión publica cajamarquina” por el padre Miguel Garnett, en la que agudiza, dentro de lo que él llama “una pequeña reflexión sobre desarrollo”, la mera esencia que queda del “desarrollo” que trae la minería, y para ello cita los casos de la Oroya, Cerro de Pasco, y el caso entrañable de Hualgayoc –el boom minero del S. XVIII- y en lo que ahora son: lugares pobres, quizá los más pobres del país.
Pero coincidiendo con estos dos últimos, el punto focal no es ahora los dirigentes contra Yanacocha, sino el tema mismo del medio ambiente y el desarrollo del país. Es evidente que tras las figuras nombradas por si solas sumadas a la protesta que Goyo inició, gravitan intereses ocultos; no obstante, el país tiene que reflexionar sobre el impacto ambiental que el Proyecto Conga causará, por eso José de Echave dio un paso al costado, renunciando al cargo de viceministro del Ambiente.
La conclusion de todo esto es la siguiente: La minería no trae desarrollo, sino un breve gozo económico para una poca minoría, beneficios temporales. El país, no puede seguir viviendo de esa economía extractiva de recursos, de la que la minería es la principal fuente de ingresos. Es hora de apostar por una economía agroindustrial, o una de desarrollo sostenible.
La conclusion de todo esto es la siguiente: La minería no trae desarrollo, sino un breve gozo económico para una poca minoría, beneficios temporales. El país, no puede seguir viviendo de esa economía extractiva de recursos, de la que la minería es la principal fuente de ingresos. Es hora de apostar por una economía agroindustrial, o una de desarrollo sostenible.
Algunos economistas de tendencia ambiental señalan que para hacer ese cambio se necesita de 20 a 30 años, pero el Perú no cede porque la burocracia no está dispuesta a menguar en su economía. Otros países lo han hecho, Honduras es caso a seguir en su economía agroindustrial. Los peruanos deben dejar de pensar que “El Perú no puede vivir sin minería”, que mal tuvo en decir Susana Baca, ministra de cultura, que no entiende lo que en realidad es cultura.
En fin, el conflicto acabara por represión, por semejanza al caso del “Baguazo”, o porque la gente será sobornada. Marco Arana declaró a El comercio, al día siguiente del fracaso de la negociación, que el diálogo se rompió cuando el Presidente Regional (Gregorio Santos) y el presidente del Frente de defensa de intereses de Cajamarca (Wilfredo Saavedra), se negaron a firmar los acuerdos para lo cual habían pedido 24 horas, diciendo: “Si firmamos sin consultar a la población acabaremos destituidos”.
nandoqs@hotmail.com
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