Cuentan mis abuelos que sus abuelos les contaban historias sobre los antiguos Apus de Cajamarca, aquellos que había y siguen protegido todo lo que conocemos hasta ahora.
El más poderoso y reconocido es el de Callac Puma dicen, el gran Apu macho que desde sus alturas domina al valle y sus laderas, desde allí puede observar tanto al extremo norte de Otuzco y como al extremo sur de Llacanora. Ataguju, el dios creador lo ha hecho así para que pudiese desplegar toda la fuerza y poderío de su naturaleza, para proteger a los humanos que con el tiempo serían conducidos por su nieto Catequil hasta el valle sagrado de Cashamarca.
Existe también, según los abuelos de mis abuelos un cerro menor, hembra, denominado Iclla Orco, es de tierra y está cercano a Callac Puma, decía mi abuelo, que Ataguju la había hecho de tierra, de la Pachamama, para que los nuevos habitantes del valle de Cashamarca pudiesen sembrar las semillas que traerían consigo y así se pudiesen alimentar. Decían también los abuelos de mis abuelos que hacia el oeste del valle, ellos habían encargado a su Apu primogénito, el Cajamarcorco, velar por la seguridad del valle y que avergonzado por no haber cumplido su misión cuando ingresaron los españoles por la Chicuana para luego provocar la caída del imperio inca, recogió su masa pétrea sobre sí y se redujo, quedando lo que ahora se puede observar como un pequeño cerro pétreo a un costado del mortalmente herido río mashcón quien no perecerá, pienso yo, porque se encuentra protegido por el nuevo Gran Apu enviado por Ataguju, el poderoso Quilish.
El Gran Apu Quilish! El Apu contemporaneo de Cajamarca, el mismo que ha hecho frente a “los demonios transnacionales” y salido victorioso. El pueblo (o una parte de el al menos) tiene una fe ciega en él y lo ha respaldado siempre. El poderoso Apu Quilish es consciente que sin el apoyo y la confianza que su pueblo ha depositado en él, no habría tenido la fuerza necesaria para derrotar a las malignas fuerzas que ingresaron sigilosamente por nuestras fronteras, apoderándose de la “voluntad” de las autoridades y del pueblo de Cajamarca.
El nuevo Apu ha irrumpido en la vida de los nuevos habitantes del valle de Cajamarca para protegerlos de los embates de “poderosos demonios” que traspasando fronteras, llegaron hasta el valle para extraer de las entrañas de sus cerros, las riquezas que guardan. El nuevo Apu entonces se hace presente ante los habitantes de Cajamarca para no desaparecer jamás.
¿Acaso vendrán nuevos Apus a proteger a los habitantes ya no solo del valle, sino también de allende esas cimas?
Nuevos tiempos se avecinaban en nuestro valle, nueva historia se escribe desde la proclamación del Gran Apu Contemporaneo.
Los Apus siempre han existido en la región de Cajamarca y están presentes en algunos cerros. Lo que alcanza notoriedad, es el rol que desempeñan según las circunstancias. En Cajamarca, el Gran Apu siempre ha sido el Callac Puma, rol que ahora es compartido por el nuevo Gran Apu Quilish ante el desarrollo y la presencia de nuevos aires en el valle.
Los Apus siempre han existido en la región de Cajamarca y están presentes en algunos cerros. Lo que alcanza notoriedad, es el rol que desempeñan según las circunstancias. En Cajamarca, el Gran Apu siempre ha sido el Callac Puma, rol que ahora es compartido por el nuevo Gran Apu Quilish ante el desarrollo y la presencia de nuevos aires en el valle.
Maria Virginia Puente Barón
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