miércoles, 7 de diciembre de 2011

Día de sol

                                                                           
  La noche acabó, hoy para muchas personas es el día decisivo, aunque las cosas no son tan fáciles como parecen, son las nueve de la mañana y hasta los pequeños pasajes y girones están bloqueados. La noche anterior si emitía que hoy sería un día con mucha gente, con carteles y frases de negación al proyecto,  caminando y gritando en las calles verdaderamente lo es.

  Por donde uno voltea están los grupos de gente que se dirigen a un mismo lugar, con sus gorras y caras embadurnadas de bloqueador y ropa sport se dirigen a los puntos donde comenzará lo que será un gran marcha, toda avenida San Martin está bloqueada, solo algunos autos de serenazgo pasan sin decir nada a nadie, en una puerta un señor agita una pancarta con la imagen caricaturizada de dos periodistas muy reconocidos que dan los domingos por la noche y que si estuvieran aquí es prácticamente seguro que los harían correr  por esa postura que muestran.




  Los pocos autos que pasan de rato en rato, son camionetas que llevan gente arriba de ellos con carteles pasan silbando y riendo, diciendo las frases escritas con plumón, nuevamente a la vista la plazuela Bolognesi, la noche anterior se veía a la gente quieta solo apretando los músculos para aguantar el frio, pero ahora ya con un sol radiante y el cielo cajamarquino característico, la mayoría con polos, y la gran cantidad de gente se juntan para ir en un camión hacia el lugar de donde proviene el problema, llegarán por la tarde, explica un señor, mientras que otro da las indicaciones de donde tomar un auto si uno quiere ir. Un banner gigante con gente observando las causas del problema los expone un señor que al parecer maneja muy bien el tema. En el mismo lugar de ayer, siguen las señoras con una gran cantidad de comida, la leña y el humo por el fuego se levanta, los pescados, todo está listo para preparar y poder saciar el hambre de la gran mayoría de la gente de provincia que pasa de rato en rato en grupos grandes haciéndose presente en ese día dicen.

  Los lentes de las cámaras son muy amenazantes, una señorita me pide que no tome fotos, le hago caso, muchas cabezas y caras se voltean y atemorizan a cualquiera con esas miradas, mientras intento guardar, pasa un señor que se ha encadenado para este día, la gente que lo ve pasar en una carretilla con cadenas en las manos y en los pies solo ríe, es al parecer un atractivo turístico. Gritos y más gritos, binzas y más binzas, carteles y más carteles prácticamente con la misma frase y un clarín que lo toca un joven que se escucha no es muy experto haciéndolo.

  Mientras entro a uno de los grupos, me siento como un infiltrado, con caras muy desconocidas, con temor voy tomando fotos, esta vez al parecer a nadie le molesta, solo siguen su camino con binza en mano protestando y defendiendo como dicen ´´la vida´´. Mientras se escuchan coplas se llega a la recoleta, algunos caminan apurados y parece no importarles nada, un grupo más se une y se empieza a escuchar que hay una gran multitud yendo a la plaza de armas se puede observar a pocos que una gran cola de gente abarrota la calle donde no hay ni siquiera una bicicleta, todo el que pasa tiene que voltear aunque sea por un momento a ver qué es lo que sucede y comentar con el que este a su lado claro tienen que recibir sus criticas respectivas. Después de recorrer parte de Amalia puga y estar alrededor de muchos desconocidos, llego a la plaza de armas, a la izquierda algunas monjas haciendo más comida, aquí si los grupos gigantes de personas hace parecer que estamos en un estadio con miles de personas alentando, a pesar que muchos se quejan de los problemas que trae este paro, no parece afectar a unos pocos, ya que el negocio de helados y frito con ceviche ha aumentado, y también la basura, y por montones.

  Hay también muchas personas que han salido a solo observar, como cuando van a alguna feria, están parados mirando en las veredas como es que pasan con brazo en alto, mientras todas las calles están con personas hasta en los balcones, en muchas radios portátiles se escucha como el Perú está hablando de nosotros, después de estar en un grupo que no es mío, es mejor escapar, antes que se sientan recelosos y comiencen a gritarme como lo hicieron con algunos periodistas el día anterior. Cada paso que doy los empaques de helados o cascaras de algunas fruta parecen ser parte del piso, otra vez el hombre encadenado, ahora la gente lo mira ríe y algunos hasta se ponen a su lado para tomarse algunas fotos para el recuerdo.






  Después de unas horas ya la gente sofocada por el sol, la plaza de armas está repleta, la opinión de la mayoría es la misma, ‘’vida si, mineral no’’. Comercio ambulante de todo tipo, basura de todo tipo y gente de todo tipo entre anarquistas que son vistos como bichos raros regalan polos que son muy llamativos, mientras una gran cantidad de banderas peruanas en manos de gente de toda provincia se agitan,  no se puede ver con claridad de quien está al frente hablando con la vos casi afónica hace que la gran multitud se ponga más enérgica, y algunos con una botella de agua se mojan la cabeza e intentan sofocarse del día muy caluroso. Un pequeño roce entre una vendedora de helados y una protestante ocurre casi a mi lado, está que vende a precios excesivos y de una patada intenta tumbar su carrito, pero se retira hablando entre dientes, y todo sigue normalmente. Algunas personas echadas a la sombre de los árboles, comiendo su plato de frito, otros de sueño por el sol escuchan lo que se escucha de esos gran parlantes, niños, jóvenes adultos, están reunidos, en las calles nuevamente se ve algunos grupos de gente como en la mañana pero dirigiéndose a sus hogares, sabiendo que al día siguiente continuará el día de sol.




Por: Danton Zafra Quiliche

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